lunes, 21 de marzo de 2011
TINGUA ave caracterisctica de los humedales bogotanos
A ) Caraterísticas Biológicas
Tingua de pico rojo o tingua moteada (Gallinula chloropus)
Identificación: Es un ave común y muy vistosa de los humedales bogotanos, tiene un tamaño de 33 a 36 cm. Su rasgo característico es el escudo frontal rojo y su pico grueso también rojo. La punta del pico es amarilla, las patas verduscas con liguero rojo (difícil de ver) El plumaje es principalmente de color gris pizarra, más negra sobre la cabeza y el cuello, más marrón sobre la espalda y alas. Otro rasgo característico son la inconfundibles motas blancas sobre los lados y flancos, con partes blancas sobre la cubierta de la cola.
Los individuos juveniles o inmaduros son de un gris pálido a gris marrón, más marrón arriba, la garganta y lados de la cabeza y el pecho moteados de blanco. Los flancos con listas blancas, pico romo marrón amarillento.
Voz : La tingua de pico rojo emite un profundo "cuuk" para advertir su presencia en el humedal, pero también se le escucha cacareo en la época de anidación y cloqueo cuando está criando sus polluelos.
Comportamiento: A diferencia de la gallina púrpura, un ave semejante que vive en Africa, a las tinguas de pico rojo normalmente se les ve nadando. Nadan tanto en el borde como en el agua abierta. Mueven la cabeza hacia atrás y adelante. Cuando se asustan por la presencia de intrusos se esconden en la vegetación del humedal. Casi no les gusta volar, cuando tienen que hacerlo dan pasos menudos y rápidos sobre la superficie y agitan fuertemente las alas hasta que consiguen levantar el vuelo.
Epoca de crianza: En Panamá se les ha visto anidar principalmente de Diciembre a Enero. Hacen nidos abiertos con cañas de juncos al borde del agua. Los huevos de las tinguas de pico rojo de la Sabana de Bogotá son blanco-grisáceos con manchas de marrón oscuro. En el humedal de la Conejera los huevos y los pichones de las tinguas son presa de perros y gatos sin dueño, lo cual pone en peligro a esta especie.
Condiciones de vida y habitat. : Es un ave residente local de los humedales bogotanos. Se cree que hace migraciones regionales entre octubre y abril. Su medio preferido son las lagunas de agua dulce y los lagos pantanosos. También es muy común en el Valle del Cauca.
Rango: Se le encuentra hasta los 3100 metros de altura. En Colombia se ha reportado en el Caribe, en la región del bajo Magdalena, en el Atlántico, en los alrededores de Santa Marta, en la mayor parte de Valle del Cauca y valle del Magdalena y en las zonas templadas de los Andes (en el centro de Boyacá, Lago de Tota y Sabana de Bogotá) Puede asegurarse que se encuentra distribuida en todo el mundo, excepto Australia y Nueva Zelanda. En el Nuevo mundo se encuentra en el sur de Canadá, Chile y Argentina. También se conoce de su presencia en el oeste de la India.
B)Función e importancia biológica: Las aves juegan papeles críticos en los sistemas de humedales , actuando como herbívoros depredadores y presa , ala vez de ser facilitadores de la dispersión de las plantas.
C ) RIESGOS ACTUALES DE LA POBLACIÓN EN EL HUMEDAL
Tingua de pico amarillo.
TORCA Y GUYMARAL Aunque el humedal es zona de conservación, en él hay aguas negras debido a la contaminación proveniente del área urbana de Bogotá.
Hace cincuenta años los humedales ocupaban unas cincuenta mil hectáreas. Esa cifra ha disminuido dramáticamente a menos de solo ochocienta. En Bogotá y la Sabana estos ecosistemas se han ido diseminando, achicando, empequeñeciendo, parcelando. Cuando en 1538 Gonzalo Jiménez de Quesada fundó la ciudad, en el sector de Teusaquillo, toda la sabana, todo este territorio, estaba formado por pantanos y lagunas. Los indígenas, que eran casi anfibios, se transportaban en balsas de junco, y del río no se conocía su cauce. Los españoles, cuenta Germán Arciniegas, «le fueron arrebatando al agua sus dominios. Y a medida que se cultivaban encomiendas y se hacían camellones y al río se le marcaba la orilla, desaparecieron la maleza y las ciénagas, y se les quitó el amor al agua. Empezaron a encapullar los sauces forasteros, a blanquear los campanarios, a fugarse los venados».
Tingua de pico rojo con cría
El crecimiento de la ciudad, las construcciones de avenidas, las urbanizaciones ilegales, han ido transformando el paisaje. Pero Bogotá sigue siendo única, a pesar de tanto cambio, a pesar de la contaminación, de los escombros arrumados entre los juncos. Aquí siguen siendo verdes los cerros tutelares y se puede ver una rica fauna y flora en los humedales.
El sistema de humedales de Bogotá es el más importante del norte de los Andes. Son pocas las grandes ciudades que tienen dentro de su casco urbano reservas naturales tan importantes como las de estos cuerpos de agua que regulan los caudales del río Bogotá y sus afluentes, mitigan el cambio climático, descontaminan el agua al actuar como filtros, ayudan a equilibrar la estabilidad del suelo y evitan las inundaciones en las temporadas de lluvias, amortiguando las aguas.
Numerosas especies animales y vegetales los habitan, muchas de ellas son endémicas, es decir, exclusivas de la región. Este es el caso de aves como la tingua bogotana, el cucarachero de pantano y el chamicero. Infortunadamente, muchos de estos animales se hallan en peligro de extinción. Los pájaros migratorios también arriban a los humedales. En los meses de septiembre y octubre llegan patos barraquetes y caretos; reinitas enlutadas, chorlos moteados. Hace años que no se ven varias especies que otrora eran comunes. Los humedales son uno de los ecosistemas más vulnerables del país, por lo requieren de un monitoreo constante a su la flora y fauna. Hasta hace poco tiempo se creía que Bogotá contaba con trece humedales: Torca, la Conejera, Córdoba, Juan Amarillo, Santa María del Lago, Jaboque, Capellanía, Techo, del Burro, la Vaca, Tibanica, Meandro del Say y Guaymaral. Sin embargo, en noviembre del año pasado se anunció el descubrimiento de dos más. Uno está situado en predios del parque Salitre Mágico y sus aguas son cristalinas; el segundo, que cubre un área de 8,4 hectáreas, está ubicado en la localidad de Bosa, entre los ríos Bogotá y Tunjuelo
D) PLANES DE CONSERVACIÓN DE LA POBLACIÓN
Aunque en Bogotá se encuentran protegidos por ley (Acuerdo 19/94), las campañas pedagógicas e instructivas sobre la importancia de los humedales han sido continuas y deben seguir fortaleciéndose para preservar este patrimonio natural.
“Antes Bogotá era un humedal gigantesco por el cual navegaban los muiscas para ir a sus lugares sagrados en los cerros, pero poco a poco los fueron rellenando para construir viviendas. Lo que la gente no sabe es que los humedales son el pulmón de la ciudad. Ayudan a regular el ecosistema, previenen las inundaciones y atraen nuevas especies”, dijo Ranulfo Cossio, encargado del hábitat en la Personería de Bogotá.
En este momento el humedal de La Vaca se ha convertido en 253 manzanas prediales de estratos 1 y 2. Lo que más preocupa a las autoridades ambientales es que de las 152 hectáreas con las que contaba en 1950, hoy, 58 años después,
solamente quedan 7,9. Según la Secretaría de Ambiente, el patrimonio ecológico del humedal es mínimo y las especies que lo habitan se reducen a algunas tinguas piquirrojas, garzas y tórtolas. Además, debido a la acelerada urbanización, sufre de sedimentación y contaminación.
Precisamente, debido a esta problemática, el pasado 16 junio el personero distrital, Francisco Rojas Birry, junto con miembros de la Secretaría de Ambiente y la Procuraduría General de la República, hicieron un recorrido por el ecosistema para establecer la situación ambiental del mismo y verificar que Corabastos, vecino del humedal, estuviera cumpliendo la Resolución 1001 del 9 de mayo de 2008, mediante la cual la Secretaría de Ambiente le impuso una medida preventiva por el vertimiento de aguas contaminantes. Ese día, el gerente de Corabastos se comprometió a trabajar en beneficio del humedal y aseguró que estaban cumpliendo con la normatividad.
Debido al alarmante panorama que encontraron los funcionarios del Distrito, en el que evidenciaron cómo la parte sur del humedal estaba invadida por casas, parqueaderos, cerramientos, rellenos de escombros y basuras, la Personería decidió comenzar un estudio de cada uno de los 13 humedales de la ciudad con el fin de conocer su estado actual, mitigar el impacto e identificar las principales problemáticas.
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Me gustaria saber si esta ave se adapta tambien en climas calidos, especificamente en Girardot en los lagos del peñon, en esta temporada de diciembre tome fotografias de unas, o especie muy parecida, alli no son tan dificiles de ver. gracias.
ResponderEliminarRaúl Fresneda